SOBRE EL CONCURSO
La inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad, permite su pleno desarrollo e interacción, respetando sus tiempos y posibilidades. Empieza desde el inicio de los primeros pasos de vida, en la escuela y en la construcción de grupos de pertenencia. Su adultez, implica nuevos desafíos como el derecho al acceso de un trabajo en donde no solo se respete igualdad de tarea por remuneración, sino que se le ofrezcan las oportunidades para elegir empleo, para acceder a programas de capacitación y desarrollo que lo habiliten, a progresar en el ámbito laboral. Todo ello, nos construye como persona, respetando su desarrollo y dignidad, para así convertirnos, en sujetos productivos y económicamente rentables, proyectando la conformación de una familia, la titulación en la trayectoria académica, y el vivir conjugando el pleno ejercicio de todos los derechos que nos asisten, en pos de una vida independiente. Para que esa inclusión sea posible, es esencial “tu mirada”, porque “tu mirada me incluye”, y es en ese norte, que la mirada de la sociedad debe orientarse a respetar la diversidad humana, dando a todos sus miembros la misma igualdad de oportunidades. Para ello, todos los actores deberán capacitarse, involucrarse y así, construir entre todos sus miembros, una sociedad que no solo abra sus puertas, sino que ofrezca confortables permanencias.
Mirar, conlleva mucho más que ver, implica hacerse parte, comprometerse, a fin de lograr construir una sociedad que se convierta en un “gran diseño universal”, que albergue cómodamente a todos. Pues, aquello que se construye en materia de accesibilidad pensando en eliminar barreras arquitectónicas, comunicacionales, y actitudinales, permiten crear un ambiente más amigable, para todos los que lo habiten.